Mi conectividad se ve muy reducida debido a un curioso fenómeno que muchos ya conoceréis. En un país tan moderno y progresista como Suecia resulta que se produce la enorme paradoja, de que una residencia universitaria no tiene acceso a Internet. Esto es, gente que en su mayoría proviene de países extranjeros, y que además va a necesitar conexión a Internet para realizar tareas de la propia universidad, no tienen acceso a este preciado bien.
Pero además, en nuestra residencia vivimos una segunda paradoja, y es que estamos completamente conquistados por gente de asiática. En nuestro edificio predomina el curry y el arroz, el Bollywood y el criquet. En efecto señores, tenemos a una extensa comunidad de pakistaníes, indios y bangladesíes como vecinos; y como buena colonia acaparan los mas importantes recursos del edificio: cocina e internet. No quiero resultar xenófobo con esta reflexión, pero ¿no parece paradójico que personas de lugares con una bajísima tasa de acceso a internet controlen todas las conexiones del edificio? ¿Cúantos bangladesíes no se habrán conectado jamás a Internet?
En fin, veremos si las negociaciones llegan a buen puerto. Saludos desde Bjornkulla, capital de Bangladesh.