Micro-ecología

No se alarmen, en Suecia existe la basura, y las papeleras. Nuestra desidia no ha llegado tales magnitudes. Aunque el hecho de coleccionar latas de todas las clases y tipos de cervezas pueda sonar muy excitante en la mentalidad masculina, en realidad lo que nos lleva a amasar esta cantidad industrial de latas no es otra que nuestro amor por el planeta.

Un repentino interés por el reciclaje, y la ecología en general. Nada tiene que ver en toda esta nueva filosofía que ha entrado con fuerza en nuestras vidas un pequeño detalle pecuniario. Una corona de recompensa, o lo que es lo mismo 0.113419 euros. Ayúdenme a salvar el Planeta; deme sus latas vacías, juntos lo conseguiremos.