Midnight in Stockholm

Estocolmo y Erasmus mostrando su mayor potencial. Encantador, nevado, soleado, delirante, cruel, peligroso, divertido… un fin de semana comprimido e intenso. Especial. Al igual que en la popular pelicula de Woody Allen, mi más especial invitado disfrutó de la parte mas lúdica de esta poliédrica experiencia que es el Erasmus. Al igual que en la película de Woody Allen, la épica y el divertimento guiaron el argumento de la historia.

Y digo esto, porque desde el primer momento el fin de semana dejó historias para el recuerdo. Un caminito por el bosque prohibido tras equivocarte de parada de autobús es suficientemente ilógico para empezar. Adorar y al mismo tiempo sufrir las normas cívicas de este país, es suficientemente paradójico para continuar. Ser testigo de una de las mejores y mas multitudinarias fiestas universitarias del cuatrimestre, y lo que es más, convertirte por motivos propios en uno de los protagonistas, es totalmente irrepetible. Al alcance de muy pocos.

Todo eso lo regamos con una divertida visita al Moderna Museet, para desengrasar un poco con mierdas de plástico a tamaño colosal, penes erectos, “Perro Andaluz”, muñecas hinchables, conferencia con un choteo especial a la comunidad musulmana. En definitiva una indecente alabanza a la cultura occidental y a la mentalidad sueca.

Creo que esas dosis de “escandivismo” resultaron prolíficas y la clase magistral de Erasmus útil para próximos cursos. Lo aplicará con tenacidad y con un toque de improvisación, de eso no cabe duda. Pero lo aplicará. El tablero es amplio, y las fichas se mueven rápido. La última fue en Londres, esta en Estocolmo… ¿la próxima en Gante?

72 horas en la capital de Escandinavia

Y sin tiempo material para descansar de nuestro agitado e inolvidable experiencia lapona llegaba mi familia a Estocolmo. 3 dias para tratar de satisfacer las necesidades viajeras de una familia cada dia mas internacional y turísticamente exigente.

Al final, y pese a mucho mucho cansancio, creo que conseguimos que el retrato de la ciudad que se llevan a casa sea el mas positivo. La imagen de una capital seguramente menos europea y turística que lo previamente visitado pero con un cierto encanto natural siempre presente.

Además, y dicho sea de paso, también valió esta visita para que mi conocimiento personal de Estocolmo incrementara ostensiblemente. Gracias a ellos visité por fin el afamado Vasa Museo, del cual podría estar hablando durante días, aparte de conocer a fondo la preciosa isla de Gamla Stan o el curioso parque de Skansen. Lo dicho, un comprimido y excitante fin de semana de no parar y reencontrate con los tuyos; que quieras o no, siempre se agradece.

P.D: A todo esto, es imprescindible comentar que el tiempo no acompañó, lo que le da mas valor a la actividad turística. Aunque bueno, por otra parte mejor, para allá para Mayo hubiera sido inabarcable tantísima actividad en Estocolmo.

Discoteka Yugostyle

Nada como un plan de viernes improvisado. Como suele suceder, estos planes fascinan o desencantan, pero no dejan indiferente a nadie. Discoteca Yugostyle eran los protagonistas la espontanea noche, vaya descubrimiento.

Estos señores, un numeroso grupo musical, una decena de músicos, son unos suecos que juegan a ser balcánicos. Su estilo folclórico, incesante y ante todo lleno de vitalidad animó a la comunidad Erasmus que allí nos dábamos cita, sin saber muy bien por qué. Una comunidad, que por otro lado, y dicho sea de paso, necesitamos poco para animarnos. A todo esto con Vito, un estudiante esloveno, completamente en su salsa haciendo de maestro de ceremonias.

El caso es que, un entretenido concierto, dio paso una sesión de discoteca en el mismo lugar y con el mismo leitmotiv. Lo morisco y lo balcánico se mezclaban en la pista, espejo de esa Europa tan mestiza. Y ya el Dj se atrevía a fusionar a Michael Jackson con estos sugerentes ritmos. El acabose.

Una mas que curiosa noche que dio el pistoletazo de salida a un infinito fin de semana. Mi querido polaco Slawek recibió visitas polacas: Dawid y Gosia, por lo que entre realizar las visitas de rigor a los lugares mas emblemáticos de la ciudad, e inculcar la esencia Erasmus se nos marchó el fin de semana. Sin lugar a dudas, unos divertidos días de reencuentros y encuentros.