El pasado sábado participamos en una de las fechas clave de la temporada cultural de la primavera sueca. Estocolmo se vestía de gala para la Kulturnatt, o Noche de la Cultura, es decir, una prima hermana de la famosa “Noche en Blanco” de Madrid.
Con la extensa oferta de museos de la ciudad en plena ebullición, y con diferentes actividades propuestas para esta cita: un paseo en barco por el lago que baña la ciudad, o una jornada de puertas abiertas en el Palacio Real, Ayuntamiento y otros lugares emblemáticos de Estocolmo.. la tarde/noche se tornó muy especial. Y casi más que por las actividades en sí, por el espíritu que inundaba las calles. Muchos locales y muchos extranjeros con las mejores atracciones culturales de la ciudad al alcance de los dedos.
Gracias a la Kulturnatt tuve la oportunidad de visitar de manera totalmente gratuita el National Museet, especializado en pintura local y foránea de época sobre todo impresionista, además de realizar una increíble visita por todos los rincones del sitio donde tiene lugar el convite en honor a los premios Nobel cada año: el ayuntamiento de Estocolmo. Por cierto también llegamos a visitar la asamblea de plenos. Abierto y transparente.
Una brillante idea. En mi opinión, una idea mejor llevada a la práctica que en Madrid, donde la aglomeración popular hace literalmente imposible disfrutar de nada, y es que la capital sueca tiene las proporciones idóneas para que una actividad cultural de esta ambición no se convierta en un evento inabordable<